La marca La Barreda (Argüelles, Siero), de la que es titular Celia Vallina, ratificó ayer en Villaviciosa el título conseguido hace unos días en la Pimera Flor de Grado. La sierense resultó ganadora de la cata realizada para designar la mejor Faba Asturiana de Indicación Geográfica Protegida (IGP), organizada en el marco de las jornadas gastronómicas maliayesas. El galardón continúa así en manos de la familia, pues el año pasado fueron sus sobrinos quienes lograron el primer puesto con su marca Los Trillizos.
Vallina se inició en el mundo de les fabes en 2018 siguiendo los pasos de su marido, Diego Dávila, quien ya contaba con una dilatada trayectoria en el sector. Juntos fundaron esta nueva marca e incrementaron las hectáreas de producción. "Es mucho trabajo, pero para mí es muy satisfactorio. Cuando vamos a vender a los mercados la gente lo agradece. Te dicen lo bueno, pero también cuando fallas para que mejores. Para mí merece la pena", aseguró.
Por detrás de La Barreda quedaron en la cata dos marcas de Grado, Regueru, en segundo puesto, y Quinta Martínez, en tercero. El premio a la mejor decoración de los puestos de venta fue para Fabes de les Míes, vencedores también el año pasado, mientras que, en la categoría de exposición de fabes y mundo rural el galardón fue para la Asociación de Madres y Padres del colegio Maliayo. La mejor fabada tradicional no profesional la cocina Isabel Valdés y en la categoría de tropiezos ganó María Victoria San Miguel con unas fabes con carrilleras. Por último, se anunció que el mejor productor es Luis García, de Pravia, pues suyas son las fabas de "La Mejor Fabada del Mundo".
El momento más emotivo del acto tuvo lugar durante el homenaje a los impulsores de las jornadas: el especialista y técnico del Serida Miguel Ángel Fueyo, el fundador e impulsor de la Asociación de Cosecheros Villafaba, Armando Fernández, y el hostelero e impulsor de la Asociación de Villaviciosa para el Turismo (Avitur), Raimundo Cueva, "René", fallecido a principios de 2020.
"Cada año el festival va a más, pero porque la faba también va a más en Asturias. Por eso esto tiene que seguir para adelante", defendió Fernández, quien destacó la importancia de que cada vez más productores apuesten por la IGP. "Aunque haya menos cosecheros, hay más plantaciones y la calidad es muy buena", afirmó. Para Fueyo, por su parte, es necesario el entendimiento entre agricultores e investigadores para hacer frente a los nuevos retos. "Hay que buscar soluciones para ponerlas a disposición del agricultor a tiempo real, no a posteriori. De lo contrario la producción de fabes puede dejar de ser una alternativa productiva para las nuevas generaciones", advirtió.
Al acto acudieron la consejera de Educación, Lydia Espina, y el director general de Gestión Forestal, Javier Vigil, así como diputados y miembros de la Corporación municipal.
