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Jonathan Mallada Álvarez

Asturias por bandera

Brillante recital de la OSPA, con un programa atractivo y complejo, en el concierto de les Lletres Asturianes

  • OSPA: Conciertu de les lletres
  • Intérpretes: Martín García y Juan Barahona (piano), Rafael Casanova y Francisco Revert (percusión) y OSPA
  • Director: Daniel Sánchez Velasco
  • Programa: Obras de Bartók, Prieto y Sánchez.
  • Auditorio Príncipe Felipe, jueves 20.00 horas

Dentro de la "Selmana de les Lletres Asturianes", el concierto de la OSPA se ha convertido en una cita indispensable que atrae a un público juvenil y diverso –máxime debido a la gratuidad de las entradas– y se ha erigido en una pequeña referencia no sólo para disfrutar de la música, sino también para presentar un repertorio lleno de atractivo que discurre en los márgenes del canon.

El "Concierto para dos pianos, percusión y orquesta" de Bartók es una obra compleja que requiere de una soberbia madurez para su interpretación. A lo largo de los tres movimientos en que se estructura, los pianistas Martín García y Juan Barahona llevaron todo el peso a través de una pulsación incisiva e inmaculada –el primero– y una sutil delicadeza –el segundo–. Ambos demostraron una gran complicidad esperándose para caer juntos en los acordes y permanecer ensamblados en todo momento. Por su parte, Rafael Casanova y Francisco Revert evidenciaron un nivel sobresaliente gracias a su manejo de los timbales, el tam-tam, el bombo, los platillos, el tambor y el triángulo, con una precisión notable, dejando momentos de cierto efectismo gracias al juego tímbrico. Soberbia interpretación que se vio culminada por la exquisita versión de "Laideronnette, impératrice des pagodes" de la suite "Ma mère l’oye", de Ravel que ejecutaron como propina.

A través de Chichen Itzá, se retomaba una sonoridad más convencional gracias a la impronta romántica que subyace en la obra de la ovetense María Teresa Prieto. Una cuerda esmaltada, unas maderas notables y unos metales broncíneos fueron suficientes para llevar a buen puerto la pieza de una compositora que parece cobrar protagonismo en los últimos años.

Cerraban el programa las "Tres canciones asturianas" del propio Sánchez Velasco, director en la velada del jueves. Si bien detectamos un crecimiento del avilesino en su faceta como director, en la composición también ha adquirido cierta solidez que se percibe en las obras mencionadas. Resulta interesante cómo expone la melodía de "Dime paxarín parleru" y la reviste a través de una suerte de texturas muy ligeras que aportan vitalidad y atractivo, confiriendo un aspecto global de elegancia y refinamiento. Mismo tratamiento subyace en "Ayer vite na fonte", con protagonismo del oboe y el fagot en la exposición del tema –trasladado después al resto de secciones– que reaparecerá en innumerables ocasiones, pero siempre de forma diferente y hermosa. "Sal a bailar" recrea la algarabía propia del baile a través del ritmo incesante –donde no faltan las castañuelas–, de unos metales con mayor peso y una orquesta más presente, tejiendo una atmósfera costumbrista sobre la que expone las células melódicas tradicionales con reminiscencias a piezas como "Tres hojitas madre". Solistas, director, músicos y programa que llevan por bandera la tierrina en la XLV Selmana de les Lletres Asturianes.

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