Ya están en marcha los trabajos para dotar al alto de La Farrapona, en Somiedo, de un espectacular mirador realizado en acero corten que está pensado para ser un punto de avistamiento geológico. Para la instalación de “Lazo”, que es el nombre que recibe la estructura por su forma, es necesario la creación de unos puntos de apoyo de hormigón, que darán sujeción a la estructura metálica que llegará a la zona dividida en piezas que se ensamblarán allí mismo.

El mirador, que es creación del estudio de Cangas del Narcea Puerto y Sánchez Arquitectos y que está incluido en el Plan de Sostenibilidad Turística de Somiedo, está rodeado por la polémica, ya que hay una parte de vecinos, incluso de los que se dedican al sector turístico, como de ecologistas que consideran que la infraestructura no aportará beneficios al turismo en el concejo.

Con el inicio de las obras, la Coordinadora Ecoloxista d’Asturies ha tachado el proyecto de “atentado ambiental” y denuncia que los trabajos de instalación se estén realizando “en el momento más importante y más delicado para la fauna, en plena época de reproducción”.

Los ecologistas ahondan en que el mirador se está construyendo en el principal acceso al conjunto de los Lagos de Saliencia, un lugar con numerosas figuras de protección y con zonas de uso restringido especial. “En todo el entorno, habitan y crían varias especies de flora y fauna amenazadas, catalogadas en distintas categorías, incluyendo la de en peligro de extinción, y que algunas de ellas son auténticos emblemas de la zona y el motivo por el que mucha gente visita Somiedo”, explican.

Además, la Coordinadora Ecoloxista no comparte que la obra, tal y como se justificó, vaya a servir para ayudar a desestacionalizar el turismo. Recuerdan que el alto de La Farrapona está a 1.700 metros de altitud, por lo que no consideran que un mirador sea el principal atractivo para visitar la zona en invierno, y señalan que hay momentos en los meses de invierno en los que se acumulan dos metros de nieve. Asimismo, apuntan que en verano es uno de los lugares del concejo que “se masifican”.

Los ecologistas insisten en que el mirador tiene una mayoría social en contra, por lo que aseguran que “ni se quiere ni se necesita”. Añaden además que no se puede considerar un “proyecto sostenible” y lamentan que “las Administraciones hayan sido sordas a las quejas que se han hecho desde que se conoció este disparatado proyecto”.