El día prometía. Y es que a pesar de haberse pasado el día y la noche anterior lloviendo, la mañana de este miércoles amanecía bastante despejada, aunque "hace un poco de fresco", apuntaban los pocos romeros que aguardaban la llegada de la sidra en la plaza San Isidro de Lugo de Llanera. Mientras que en la pasada edición, la romería contó con un aliado de primer orden como es el buen tiempo, en esta ocasión la suerte volvió a abandonarles.

La hora fijada para la gran cita era las once de la mañana. Sin embargo, el ascenso no comenzó hasta casi las 11.45 horas, momento en el cual llegó la furgoneta donde los jóvenes de la Asociación de Festejos Amigos de Lugo cargaron vasos, "sidra asgaya" y algún que otro tentempié por si las fuerzas flaqueaban por el camino. A pesar del ambiente festivo y de las ganas de disfrutar, cuando emprendieron la empinada subida hacia el área recreativa, comenzaron a caer las primeras gotas de una jornada que se esperaba lluviosa.

Mientras, en su local, la Asociación de Vecinos Cafamilu de Lugo de Llanera repartió alrededor de un centenar de bollos entre los socios, muchos de los cuales aprovecharon, además, para pagar la cuota de abonados. Su presidente, Ángel Fernández-Peña, recordó que "cuando yo cogí el relevo, hace ya veinte años, las listas de socios llegaban hasta las 800 personas, prácticamente todos los vecinos estaban dentro del colectivo". Sin embargo, reconoce que "con el paso del tiempo, los mayores fueron falleciendo y esto va cada vez más en declive". Tanto es así, que actualmente, afirma "no contamos con más de 120 personas y seguimos bajando".

"Mucha gente de la que reside ahora aquí es gente que viene de Oviedo, porque las viviendas están mucho más baratas o porque buscan algo más de tranquilidad, pero no colaboran con las fiestas", lamenta Fernández-Peña. Es por ello que admite que "la asociación de vecinos está abocada a la desaparición y, si no lo ha hecho antes, es porque el local es de nuestra propiedad". Todos los esfuerzos por sacarla adelante han sido en vano. Gerardo Fernández, vicepresidente de la asociación, asegura que "intentamos organizar cosas y, de hecho, incluso cedemos el local a otras asociaciones que lo puedan aprovechar para alguna de sus iniciativas, pero no hay actividad".

"En Lugo se fueron solucionando todos los grandes problemas que existían, sobre todo los referentes a saneamientos y arreglos de caminos, así que ya no nos queda nada que reivindicar", concluyen los responsables del colectivo.

Cafamilu fue la promotora de la Jira Santu Firme hace ahora más de cuarenta años. Sin embargo, ya hace alrededor de quince que se desvinculó de la fiesta, cediendo la organización a la Asociación de Festejos Amigos de Lugo, que la pone en marcha desde entonces en colaboración con el Ayuntamiento de Llanera. "No había ni hay relevo generacional para nosotros", aseguran sus directivos.