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El coste de la estación de Gijón se conocerá en julio y definirá el tercer convenio del plan de vías

El proyecto básico de la intermodal y el plan de Carlos Marx avanzan en los próximos meses un calendario de trabajos previos que llega a 2026

Entorno de la actual estación de tren Ángel González

Un "de cara al verano" del secretario de Estado de Transportes, José Antonio Santano, que luego la alcaldesa, Carmen Moriyón, concretó en el mes de julio, es la próxima fecha a tener en cuenta en el calendario del proyecto de estación intermodal de Moreda y desarrollo urbano de esa zona del plan de vías. Un calendario que tiene varios hitos importantes de aquí a 2026 para dar el salto de los bocetos a las excavadoras y de los proyectos a una realidad pendiente desde hace dos décadas.

Es en julio cuando se estima desde el Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible que se presentará el proyecto básico de la nueva estación, a cuyo anteproyecto dio su aprobación unánime el pasado lunes el consejo de administración de Gijón al Norte. Es un paso vital ya que permitirá tener claro el alcance económico de la operación. Y en base a ese coste ponerse manos a la obra para aprobar un nuevo convenio –sería el tercero desde la fundación en 2002 de Gijón al Norte– donde Estado, Principado y Ayuntamiento como socios de la entidad que gestiona el plan de vías tengan definidos sus compromisos económicos con la operación. Tener claro lo que cuesta es importante cuando la horquilla que se maneja ahora va de los 350 a los 500 millones, pero también es básico saber qué le tocará pagar a cada uno. Tanto Ayuntamiento como Principado tienen, cada uno, un 25% del capital social. Y, por tanto, de la responsabilidad.

El desarrollo de este nuevo convenio quedó fijado en el protocolo firmado por las tres partes en mayo de 2022 y es una necesidad imperiosa ante el hecho de que el convenio vigente, el firmado en 2019, está totalmente al margen de la realidad. La económica pero también la técnica ya que entonces la intermodal se hacía soterrada junto al Museo del Ferrocarril y ahora en superficie en Moreda. Otro matiz: en las estipulaciones del protocolo se puede leer que Adif no aprobará de manera definitiva ningún proyecto de estación hasta que se suscriba el nuevo convenio.

A la hora de hacer sumas y restas también es importante saber qué decisión final se tomará sobre la construcción de viviendas en la zona del plan de vías. Aunque el movimiento político y social favorable a la consolidación del Solarón como gran parque urbano es grande; desde Gijón al Norte no se tiene tan claro que se pueda prescindir totalmente de los ingresos previstos por la venta del antiguo suelo ferroviario para hacer pisos. Aunque también es cierto que cuando salió a la venta ese suelo nadie pujó. El nuevo equipo de gobierno ha presentado una propuesta que libera espacio para ampliar la zona verde pero no elimina del todo la opción residencial: la reordena en cinco bloques entre Marqués de San Esteban y El Natahoyo que suman 750 pisos.

Viaducto de Carlos Marx. | Pablo Solares

En el seno de Gijón al Norte se ha quedado en analizar las consecuencias económicas y jurídicas de ese cambio para la sociedad. Si finalmente se da el visto bueno, eso conllevaría, desde el punto de vista de la tramitación, reformular el plan especial y, quizás, hacer una modificación puntual del Plan General de Ordenación. Para eso se necesita tiempo pero para llegar a eso aún falta mucho.

Primero hay otros puntos en rojo en el calendario. Antes de cerrar este 2024, previsiblemente en noviembre, se espera que esté terminado el proyecto para la demolición del viaducto de Carlos Marx y la reordenación de ese espacio ya en superficie. Una pieza menor del entramado, pero que desde Gijón se defiende como forma de ver, al fin, algún avance relacionado con el plan de vías. Si el proyecto del Ministerio pasa el filtro municipal, su licitación podría ser efectiva en el segundo trimestre de 2025. Toca esperar para ver cuánto cuesta y cuánto se tarda en hacer todo esto. Sobre el coste se han ido barajando desde el Ayuntamiento varias cifra hasta llegar al millón de euros, pero todo puede cambiar. Más allá de derribar el viaducto, lo importante de la operación es que la reordenación del espacio y el tráfico que se haga en Carlos Marx ese 2025 será la definitiva. Nada de actuaciones provisionales a la espera de tener estación. O eso dicen.

Y mientras se avanza en la zona de Carlos Marx llegarán los proyectos constructivos del complejo intermodal. El contrato que con Adif formalizó en abril de 2023 la UTE formada por B720 Fermín Vázquez Arquitectos, Esteyco y Geocontrol les daba un plazo de 30 meses para su redacción. Un plazo que se extiende hasta octubre de 2025. A su paso por Gijón, Santano prefirió un ambiguo "finales de año" para hablar de tener sobre la mesa el proyecto definitivo.

Y a partir de ese proyecto la licitación de las obras que ya llegaría en 2026. "Va a ser un año importante", anunciaba Santano. Pero tampoco es cuestión de lanzar las campanas al vuelo. Entre que se liciten las obras y se pueda tener completada toda la estación van a pasar años. Tantos, que se trabaja con la idea de una construcción por fases que permita poder ir teniendo servicios operativos sin esperar al final. Algo que permitirá priorizar Cercanías y dar vida al metrotrén. Desde el punto de vista ferroviario, la intermodal integrará vías de ancho ibérico de media y larga distancia, vías de ancho ibérico subterráneas de cercanías hacia el metrotrén y vías de cercanías de ancho métrico. En superficie va también la estación de autobuses con 20 andenes en espina de pez y tres lineales.

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