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Hunosa usará la escombrera de Iberdrola en Langreo para la central de La Pereda

La empresa resuelve el problema de la gestión de cenizas que paraliza la térmica mierense y asegura su funcionamiento cuando queme biomasa

La escombrera de Cuturrasu, donde se acumulan las cenizas de la térmica de Lada, que aparece al fondo de la imagen. | L. M. D.

Hunosa ha llegado a un acuerdo con Iberdrola para poder utilizar la escombrera de la central térmica de Lada, ubicada en la zona de Cuturrasu (Langreo), para acumular las cenizas de la térmica de La Pereda, una vez ésta se haya transformado en central de biomasa. La Consejería de Transición Ecológica, Industria y Desarrollo Económico del Principado ha dado luz verde a la "modificación de la autorización ambiental integrada de la instalación central térmica de carbón de Lada, por modificación no sustancial de su vertedero de residuos no peligrosos". Esto quiere decir que la escombrera de Iberdrola en Langreo, que lleva años sin acumular nuevos materiales –la térmica de Lada está cerrada y en proceso de desmantelamiento–, será utilizada de nuevo, en este caso para acumular "los residuos compuestos por cenizas y escorias procedentes de la central térmica de La Pereda", propiedad de Hunosa.

Con este acuerdo, la empresa pública solventa un grave problema al que se enfrentaba el proyecto de transformación de La Pereda, que pasará de ser central de carbón a central de biomasa. La térmica de La Pereda, tal como ya adelantó LA NUEVA ESPAÑA, lleva casi año y medio sin poder quemar carbón, acumulando un gran stock de mineral procedente del pozo Nicolasa, porque no había podido solventar el problema de en qué lugar acumular y gestionar las cenizas procedentes de la quema de combustible.

El problema al que se enfrentaba Hunosa surgió con el cierre de la escombrera de Pumardongo, en Mieres, cuyos terrenos fueron utilizados durante años como depósito de servicio de la central. La falta de un vertedero para depositar las cenizas ha mantenido la central de La Pereda parada desde hace meses, con sus 37 trabajadores fijos asumiendo desde entonces tareas y labores de mantenimiento y al sostenimiento de la planta piloto de captura de CO2 existente en las instalaciones.

Finalmente, las negociaciones con Iberdrola han fructificado, y ambas empresas ya disponen de los permisos ambientales del Principado para poder usar la escombrera de Cuturrasu, el histórico "almacén" de cenizas de la térmica de Lada. Según el permiso otorgado, se podrán acumular en este enclave del concejo de Langreo un total de 100.000 toneladas de "escorias y cenizas volantes". Habrá un "plan de transporte" que "minimice los efectos desfavorables". En la escombrera existirán "sistemas de nebulización o riego" para "minimizar las emisiones de polvo, sobre todo en circunstancias meteorológicas desfavorables". En definitiva, y como la propia resolución de la Consejería recoge, estos residuos serán "depositados en las mismas condiciones que las procedentes de la térmica de Lada". La escombrera llevaba ya unos años sin recibir nuevos materiales, si bien seguían en marcha los trabajos de mantenimiento para evitar sus efectos negativos en la zona.

La térmica de La Pereda, con una potencia de 50 megavatios, sufrirá una inversión de 38 millones de euros para ser transformada en central de biomasa –y también de combustible sólido reutilizado, hecho a partir de basura tratada, pero en un máximo del 10%–. El concurso de adjudicación determinó elegir a la unión temporal de empresas (UTE) formada por Moncobra y Maetel Instalaciones y Servicios Industriales.

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