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Jornadas de la Unidad Docente de Salud Mental en Langreo

Detectan un ascenso "meteórico" de los intentos de suicidio juvenil tras la pandemia

Une estudio certifica el incremento de los ingresos en salud mental del HUCA de pacientes entre 12 y 18 años que intentaron quitarse la vida

Público asistente a la jornada de salud mental en La Felguera. | D. O.

Los ingresos por intentos de suicidio o conductas parasuicidas en la planta de salud mental infantojuvenil del HUCA sufrieron un ascenso "meteórico" tras la pandemia del covid-19. Es la conclusión del trabajo de investigación de cinco profesionales sanitarios que acaban de terminar su residencia en la Unidad Docente de Salud Mental y que ayer presentaron en la jornada "Equipo multidisciplinar: respuesta a nuevos desafíos en salud mental" que se celebró en el teatro de La Felguera.

Sergio Romero y María Alejandra Reyes. | D. O.

Sergio Romero, María Alejandra Reyes, Alejandro Vázquez, Victoria Pinto y Lucía Suárez querían comprobar si era verdad la sospecha generalizada de que la pandemia había afectado de manera tan importante a la salud mental de los jóvenes de entre 12 y 18 años. "Se ve de una manera clarísima", explica Romero, que acaba de terminar su residencia en Langreo. "El número de ingresos de jóvenes en el HUCA por intentos de suicido o conductas similares aumenta una barbaridad después de la pandemia", añade.

Su estudio va desde el 1 de enero de 2018 al 20 de junio de 2023, con lo que abarca dos años previos a la pandemia y los dos años posteriores. El estado de alarma estuvo vigente en España del 14 de marzo al 21 e junio de 2020. En todo ese periodo hubo en el HUCA un total de 137 ingresos de jóvenes por intentos de suicido o similar.

"Hemos visto cómo el número de ingresos es el mismo durante la pandemia que en la época anterior, incluso desciende un poco, pero cuando empieza la desescalada el número de ingresos crece una barbaridad, el aumento es meteórico", afirma Romero. De esos 137 ingresos que contabilizó el equipo durante su estudio, 90 se produjeron después de la pandemia. Los investigadores analizaron los intentos de suicidio y las conductas parasuicidas, "un acto semejante al suicidio pero que no tiene como finalidad la muerte sino que busca una modificación en el entorno, cambiar algunas cosas", explica el portavoz del equipo.

La pandemia y la población vulnerable

La causa de ese dramático incremento de problemas de salud mental es que "la pandemia fue una época de mucho estrés para todo el mundo, pero la población infantojuvenil es especialmente vulnerable, son una población muy sensible a la que en un momento vital muy importante para ellos se les quitó la socialización, la asistencia a las aulas, toda normalidad, todo tipo de estructura social". "Todo eso se manifiesta de una forma muy clara cuando después del covid volvemos a la normalidad", concluye un estudio que certifica que el número de ingresos de jóvenes en el HUCA por intentos de suicidio no ha descendido aún, "seguimos en una meseta, los ingresos aún no han empezado a bajar", apunta Romero .

Los investigadores señalan posibles soluciones. Por un lado está que "no hay todos los profesionales que sería deseable", es decir, sería necesario un incremento en número de psiquiatras, psicólogos o enfermeros y enfermeras especializados en salud mental. "El año pasado se creó la especialidad, pero aún no ha terminado la primera promoción", explican.

Lo que tienen claro los profesionales que acaban de terminar su especialización es que es necesaria más educación y reforzar las redes de apoyo a los niños y adolescentes. "Lo que buscamos es prevención", sostienen.

De la misma idea es director general de Salud Pública y Atención a la Salud Mental del Principado, Ángel López, que invitó a los residentes a complementar su mirada personal o profesional con la del resto del equipo médico o sanitario "para así mejorar la salud del paciente".

En relación a la salud mental en los jóvenes, López apuntó que "cada vez más pierden apoyo en el tejido social, en los entornos familiares y los escolares y esto lleva a que acaben en la red de asistencia sanitaria de salud mental".

La demanda de asistencia de los jóvenes supone, considera Ángel López, "un desafío para la red de salud mental" porque en su opinión, "está orientada a los casos graves". En este sentido, la administración del Principado, está en pleno proceso de transición "intentando fortalecer todas las instancias previas a la red de salud mental para que esta se dedique a los casos graves y no a todos los desajustes que deben resolverse sobre el terreno, en la familia, en el colegio o con los amigos", concluyó el director general de Salud Pública.

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