Los 40 millones que el Gobierno central estimó allá por 2018 que iba a costar reconstruir la depuradora de Maqua –mal diseñada en origen y dañada en partes vitales por efecto de la corrosión– han pasado a ser 70, según el cálculo económico que incluye el proyecto que ha aprobado el Ministerio para la Transición Ecológica y del que ayer dio cuenta el Boletín Oficial del Estado (BOE). De este modo, la pretendida intervención para que funcione debidamente la pieza clave del saneamiento de la comarca avilesina va a requerir una inversión que triplica el coste original, que fue de 24 millones. O visto de otra manera, la obra va a costar 1,6 veces más que lo dedicado en su día a la construcción del Centro Niemeyer (43 millones).
Esos 70 millones serán la base que oriente las ofertas de las empresas que concurran a la licitación de unas obras a las que el Estado ha dado carácter "prioritario" y que define eufemísticamente como "proyecto constructivo para la mejora de las instalaciones de la EDAR de Maqua y para las actuaciones adicionales necesarias para el tratamiento del agua residual de muy alto contenido salino". A efectos prácticos y en román paladino, una reconstrucción en toda regla: hay que demoler la mayor parte de lo construido originalmente, renovar los equipos y, muy especialmente, lograr que la salinidad de los vertidos al mar esté dentro de los parámetros que exige la Unión Europea.
La ejecución de las obras saldrá próximamente a licitación con un presupuesto base de 70.071.862,26 euros (incluido el 21% de IVA) y un plazo de 36 meses, de los cuales 30 corresponden a la ejecución de las obras y los otros seis al periodo de pruebas y puesta en marcha. Este avance para la solución del problema de saneamiento que arrastra Avilés desde hace casi una década motivó ayer una declaración del concejal de Servicios Urbanos, Pelayo García, quien se acordó de los "agoreros" que pusieron en duda la ejecución del proyecto y manifestó que la obra "es imparable toda vez se ha despejado el camino para la licitación y ha sido desatascado el escollo administrativo que había con Costas".
García se refería así al importante trastorno que causó el conocimiento en 2021 de que la depuradora de Maqua se construyó en suelo del dominio público marítimo-terrestre y, en consecuencia, incompatible con ese uso. Esto obligó a paralizar el anterior proyecto de reconstrucción –el tasado en 40 millones de euros y al que optaron once empresas–, incoar un expediente de declaración de innecesariedad de los terrenos de dominio público marítimo-terrestre en Maqua, desafectar el solar de la depuradora y, finalmente, actualizar los costes del proyecto técnico, lo que ha disparado el coste final de los trabajos a 70 millones.
El proyecto para la reconstrucción de la depuradora de Maqua fue supervisado por la Dirección General del Agua del Ministerio de Transición Ecológica, y ahora se encomienda a la Confederación Hidrográfica del Cantábrico que realice el acta de replanteo del proyecto. Las obras de reconstrucción de la depuradora de Maqua saldrán a licitación más de dos años después de la paralización del procedimiento por los problemas detectados sobre la titularidad de los terrenos.
El problema fue que los terrenos afectados formaban parte del Dominio Público Marítimo Terrestre, lo que constituía un obstáculo para su libre disposición para el uso pretendido. Eso supuso que, tras años de espera por falta de presupuesto, se paralizara la contratación del proyecto y obra que había salido a licitación a finales de diciembre de 2020 en 39,4 millones de euros y un plazo de ejecución de 34 meses.
El 30 de agosto de 2023, mediante resolución de la Dirección General de la Costa y el Mar, se declaró la innecesariedad para la protección o utilización del Dominio Público Marítimo Terrestre (DPMT) de la superficie que comprende los terrenos afectados incluidos en el deslinde. Y el 13 de diciembre de 2023 la Dirección General del Patrimonio del Estado remitió a la Dirección General del Agua la orden ministerial por la que se acordó la mutación demanial a favor del Ministerio para la Transición Ecológica de los 142.978 metros cuadrados correspondientes al polígono que comprende los terrenos afectados por la EDAR.
Además de al equipo avilesino de gobierno, la aprobación por parte del Ministerio para la Transición Ecológica del proyecto técnico para la reconstrucción de la depuradora comarcal también satisfizo al Gobierno del Principado. La directora general del Agua, Vanesa Mateo, de visita ayer en Avilés, expuso que conforme avancen los trámites el Principado planteará al Estado la compatibilización de las futuras obras con el funcionamiento ordinario de la depuradora –al modo que se ha hecho en otros equipamientos de este tipo– porque, según dijo, "el tratamiento del agua antes de ser devuelta a la Naturaleza no puede interrumpirse". Esta circunstancia, según asumen los actores implicados en el ciclo del agua, añade más complejidad técnica a la reconstrucción de la depuradora y encarece su coste.
